¿ Por medio de los procesos de innovación artístico-pedagógicos y culturales de aula posibilitan el fortalecimiento de la identidad propia de nuestras comunidades ? Las propuestas de cambio han sido casi siempre de mejora, no de innovación profunda, y han ofrecido hasta ahora ‘más de lo mismo’. Las estrategias difícilmente cuestionan los supuestos arraigados que estructuran el modelo educativo tradicional, por lo que es necesario hacer cambios radicales ya que no es suficiente reformar el antiguo sistema. Es de notar que el peso de estas experiencias reside en las competencias que desarrollan en los estudiantes más que en los contenidos que se enseñan. Las cuatro experiencias se basan en la necesidad de cambiar la cultura memorística y de reproducción de la información por una nueva, en la que la información no sólo se busca, sino también se procesa, se transfiere y se utiliza como estrategia de solución a problemas concretos en situaciones específicas. Sabe
¿Una aptitud bien definida y una vocación arrasadora pueden tener alguna utilidad para el aprendizaje en todos los campos de la educación artística? La vocación sin don y el don sin vocación Georges Bernanos, escritor católico francés, dijo: Toda vocación es un llamado . El Diccionario de Autoridades, que fue el primero de la Real Academia en 1726, la definió como la inspiración con que Dios llama a algún estado de perfección . Era, desde luego, una generalización a partir de las vocaciones religiosas. La aptitud, según el mismo diccionario, es la habilidad y facilidad y modo para hacer alguna cosa . Dos siglos y medio después, el Diccionario de la Real Academia conserva estas definiciones con retoques mínimos. Lo que no dice es que una vocación inequívoca y asumida a fondo llega a ser insaciable y eterna, y resistente a toda fuerza contraria: la única disposición del espíritu capaz de derrotar al amor. Las aptitudes vienen a menudo acompañadas de sus atributos físicos. Si se les